martes, 11 de febrero de 2014

Anthem of the angels

Mientras la lluvia golpeaba el cristal, yo sólo podía pensar en aquellos maravillosos ojos azules. En cómo brillaban de alegría, y cómo rozaban un tono grisáceo en los momentos de tristeza. Y en esas adorables arruguitas que se le formaban cuando reía… Ahora sus ojos están apagados, cristalinos, lejanos. Como si nunca hubiera pasado la vida por ellos. Y es que sus ojos están muertos. Tan muertos como ella. Tan muertos como yo.

Aún creo ver su reflejo en el espejo, tras de mí, en esas mañanas nubladas en que todo iría  triste si no fuera porque ella, con su preciosa cara de recién levantada, la iluminaba hasta lograr que saliese el sol dentro de mi corazón. Aún creo verla en el sofá del salón, con los pies sobre la mesa y una bolsa de patatas fritas en la mano, comiendo y comiendo sin engordar nunca, disfrutando de una de esas películas vintage que tanto le gustaban. Aún recuerdo verla en la puerta de mi casa, con un par de pequeñas maletas a su lado, pidiéndome asilo porque no tenía adónde ir. ¿Y cómo negarme ante aquello? Si ella era la dueña de aquellos ojos que tanto me cautivaban, y tenerla tan cerca calmaba mi propia alma.

Y ahora ya no está. Su aroma sigue impregnado en el sofá, en los almohadones, en la cocina, en su cuarto. Su almohada aún huele a ella. Pero ella se desvaneció. Un maldito conductor borracho, un coche que no frenó y una chica que estaba en el lugar y momento menos indicados. Un golpe. Sangre. Y una vida reduciéndose a simples cenizas. Dime, ¿dónde estaba Dios en aquel momento, eh, tú que creías en él con todas tus fuerzas? Te abandonó y te dejó morir. Te arrancó de mi lado. Y así también me dejó muerta en vida a mí, porque mi corazón se fue contigo… y con tus ojos color mar.


There is nothing after you,
I can see it in your eyes,
sing the anthem of the angels
and say the last goodbye...


Y ahora ya no puedo tenerme en pie. Te veo en todos lados, ¿sabes? Veo tu rostro y cuando intento tocarlo no es más que una ilusión. Y lo siento si me creías más fuerte, si te avergüenzas de mí desde ahí arriba, pero yo ya no puedo tenerme en pie. Es demasiado para mí. No he logrado encontrar motivos para levantarme, para comer, beber, dormir. Motivos para vivir. Siento que cada vez mis fuerzas merman más. Te echo demasiado de menos… Sé que me consumirá la pena si no acabo yo con todo antes, y ese maldito Dios tuyo que nunca existió no hará nada por evitarlo. Ojalá pudiera volverte a ver aunque sólo fueran unas horas… pero sé que no puedo confiarle mis deseos a imposibles.


I keep holding onto you,
but I can't bring you back to life,
sing the anthem of the angels
and say the last goodbye...


Así que he tomado una decisión… voy a reunirme contigo. No necesitaré ningún conductor borracho, ningún coche haciendo eses. Estaré en el lugar y momento que yo elija. Me tengo a mí misma y a mí fuerza de voluntad. De alguna manera lograré volverte a ver, tocar, sentirte… 

Nos vemos esta noche, pequeña…

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